jueves, 25 de febrero de 2010

menos palabras, a cambio de más imágenes

Desde que dimos vida a este lugar, hemos tratado de hacer que todos los sentidos con los que contamos puedan ser utilizados para tratar de lograr que ustedes; los que nos leen, sientan un poco la sensación que a nosotros/as nos mueve a querer alcanzar un buen vivir.

A continuación —y para poder cerrar el ciclo de los sentidos es que les dejamos el primer intento videográfico tendiente a retratar nuestras experiencias. Paisajes, personas y mucho sentimiento, es lo que podrán ver durante el siguiente corto.

Claro tenemos que nuestros tiros de cámara temblorosos no son obstáculo suficiente para no permitir expresar lo que ese día sábado 6 de febrero empezaba a tomar forma, en que el salir a encuestar a nuestros amigos y amigas servía como la excusa para volver a conversar.

Ya vendrán palabras para explicar mejor. Mientras, escuchen y observen:


lunes, 22 de febrero de 2010

Se habla de nosotros:

Desde que diésemos vida a este lugar, seguramente más de alguno o alguna se preguntará cual es la razón de ser de la existencia de este espacio en el mundo virtual.

Sí bien podríamos elevar ante vuestra presencia nuestra verdad de qué buscamos y el cómo pretendemos alcanzarla, pensamos y sentimos que es mejor cuando esta es retratada por otros/as.

Es por eso que a continuación dejamos ante ustedes un audio extraído desde la
Radio Bío Bío de Valparaíso

En donde el Periodista Guillermo Navarro de forma muy amable expuso ante la comunidad lo que intentamos alcanzar. Ese día sábado 6 de febrero, era la primera vez en que la opinión pública podía escuchar nuestras demandas, pero ya no por nuestra propia voz, sino por la de alguien externo que intentaba reflejarla. Gracias nuevamente a Guillermo y pronto entregaremos nuevos hitos en el mundo comunicacional, pero eso, es otra historia. Mientras, les dejamos con el audio:


martes, 16 de febrero de 2010

Crónica tercera Sábado 06 y domingo 07 de febrero del 2010

Otra vez llegaba la maestra con su lección de compromiso y entrega.
Nuestra Mirtala, ícono del esfuerzo y el logro, porque ella nos enseñó que aún siendo pobres, sí se puede. A diario los niños y jóvenes la veíamos verbalizar su estudio en el patio de su casa, ese patio que está al lado de la escalera, junto a la cancha de tierra, entre los eucaliptos.
Ella, con su incansable luz de maestra llegaba a mostrarnos que podemos ser más, porque los pobladores podemos organizar, podemos amar y luchar por nuestro espacio, aquel que nos corresponde por derecho.
Fue como la aurora arribo a la sede vecinal, teníamos la temible misión de aplicar las encuestas, teníamos generaciones de fango en los zapatos de nuestra parte, pero existía el ligero temor de años ensimismados, décadas de egoísmo y apatía neoliberal. Ya la población no era la misma, los niños eran hombres y los hombres ancianos, nos atacaba también la nostalgia por la muerte de dos vecinos durante esa semana. Amigos vinieron a ayudarnos y con espíritu solidario avanzaron con nosotros. La maestra dio el vamos y tomamos nuestras artesanales credenciales, nuestras carpetas y partimos con paso firme y con la fuerza de la historia…..
Las primeras casas hicieron que viéramos cara a cara a nuestros vecinos, tocamos su puerta y nos dieron su mano, nos invitaron a entrar para mostrarnos su dolor y su esperanza, algunos con orgullo mostraban pequeños logros, otros no tenían más que rogarle a dios para que las termitas no sigan avanzando en su natural tarea, eran los más. Muchas historias de vida, sacrifico y muerte, historias de nuestro pueblo trabajador y cesante
Cuando por la tarde nos juntamos todos, sólo nos miramos, pero por dentro nuestros corazones latían rápido, habíamos hecho algo, era el primer y certero paso del reencuentro, empezábamos a vivir el proceso natural de la socialización, aprendimos y queríamos abrazarnos, pues estábamos lográndolo y la despedida fue la excusa, el sortilegio de ese fin de semana no se puede describir, pero algo pasó y la maestra siempre serena por fin pudo volver a soñar.

jueves, 11 de febrero de 2010

Crónica segunda Sábado 30 y domingo 31 de febrero del 2010

El primero en llegar fue Richard, un hombre de piel morena, muy curtida por el sol debido a su trabajo de maestro constructor y carpintero. Le había tocado trabajar ese día; sus ojos estaban algo caídos producto del cansancio contrastando abruptamente con su cálida sonrisa.
Poco a poco todos fueron llegando y partimos el recorrido por cada calle, cada casa, cada vida de nuestra población, el viento porteño golpeaba nuestros rostros, pero la alegría con la que nos recibió la mayoría de los vecinos nos estimulaba a seguir caminando por las empolvadas calles de nuestra población. Íbamos riéndonos, conversando y soñando en cada esquina: “Perfectamente aquí podríamos crear áreas verdes para que nuestros niños sean concientes de la vida y la armonía ecológica, por acá podría haber un parque, por acá…. Por qué nosotros no podemos, la gente de dinero tiene derecho a plazas y parque, pero nosotros también trabajamos duro, TENEMOS DERECHOS, SÍ” y continuamos.
Nuestros vecinos nos miraban y querían sumarse a este equipo lleno de esperanzas, rememoraban tiempos idos en los que la organización y el respeto eran la consigna.
TerminaJustificar a ambos ladosmos la jornada del sábado con la misión cumplida, toda la población estaba informada de que al día siguiente a las 12:00 hrs. Habría reunión en la Junta de Vecinos.
La convocatoria fue extraordinaria y sin precedentes ese domingo, exceptuando por el coordinador municipal quién, a pesar de su compromiso con la Presidenta de la junta de Vecinos, jamás llegó. Casi olvidando ese detalle pudimos exponer todos los puntos del proceso que se iniciaría con el diagnóstico popular y de cómo todos nosotros los pobladores seríamos protagonistas y ejecutores. El sociólogo y poblador se hizo escuchar y entender, en consecuencia, todos los vecinos de la vilipendiada Población Lautaro, aprobamos y nos comprometimos a participar de un proceso que entendimos en su esencia y forma. Por lo que todos en conjunto dimos el vamos, pues habrá un antes y un después del diagnóstico para nuestra población.

miércoles, 10 de febrero de 2010

crónica I (martes 26 de enero) el inicio

La tarde era calurosa y sin viento, por lo que el ambiente en la casa de Los Toquis era reconfortante para nuestros cuerpos y espíritus. La reunión fue citada a las 7 de la tarde, pero una serie de cotidianidades propias de nuestra vida de pobladores, casa, hijos, trabajo hizo que no pudiéramos comenzar sino hasta las 8. Esta tardanza sólo fue motivo y excusa para que pudiéramos conversar y relajarnos un poco antes de la reunión.

Al comenzar vimos cómo poco a poco se mezclaban sentimientos, anécdotas, realidades, nostalgias y ciencias sociales. En esa mesa nos encontrábamos un pequeño grupo de obreros, profesionales, jóvenes, adultos mayores, de izquierda, de derecha, creyentes y no creyentes, pero en realidad nada de eso importaba, pues nuestros ojos sólo podían visualizar la esperanza de un futuro mejor para nuestra maltratada población y con ese espíritu de entendimiento mutuo rápidamente logramos acuerdos. Terminamos todos con ganas de cumplir nuestras tareas y de contarles a todo nuestro barrio la noticia, pues ya sabíamos que todos lo necesitábamos y esta vez sí podíamos lograrlo. Así se echaba a andar el primer diagnóstico participativo en la parte más alta y olvidada del Cerro Alegre en Valparaíso...